miércoles, 16 de marzo de 2011

CUANDO NOS LLEGA LA JUBILACION......


                                                           LA JUBILACION.




De activo a pasivo, así dice el sistema productivo. Ahora en casa, aguardando, sin hacer nada… Las horas se hacen interminables porque no hay nada que realizar. Esto es lo siente una persona que llega a la jubilación, que asume como ese periodo de espera. Pero… ¿qué se espera?

Desde esta vivencia se espera quizás la muerte a paso lento.

Todas las horas del día quedan a nuestra disposición y la persona debe aprender a organizarse, llenando su vida de otras realidades. Ya no es la realidad de una oficina o una empresa que acogía la tarea: ahora es una realidad que debo aprender a manejar desde mí mismo y de todo lo que sí puedo hacer.

También es cierto que hay muchas personas que quieren llegar a este momento: al momento de disponer de sus tiempos para el logro de todo lo que antes quedaba rezagado; via¬jar, leer, estar con la familia, iniciar un proyecto, estudiar…

Viktor Frankl nos dice: “Lo que ha terminado, ha termi¬nado definitivamente, pero también se queda definitivamente válido: permanece válido en su estado de haber terminado y por esto también persiste”.

Alejandro de Barbieri en su obra “Un Mismo Sentido Para Todas Las Edades”, reflexiona:

Tomar conciencia de esta forma de concebir el tiempo de vida es de fundamental importancia, sobre todo al querer hacer un “balance” en las últimas etapas, pues allí se comprue¬ba que todo el tiempo “vivido” y “bien-vivido” mantiene su significación total y, por otra parte, constituye una apelación al obrar humano responsable y comprometido a lo largo de la existencia. La vejez es vivenciada positivamente cuando a través de ella la persona continúa viviendo una experiencia de “devenir personal”, al igual que lo hacía en las etapas anteriores de su vida. El concepto de devenir personal sugie¬re la idea de progresión, de adelanto, de autosuperación y autotrascendencia.

Entonces, la llegada de la jubilación puede ser vivenciada como esa parte del recorrido donde aún quedan cosas por hacer; donde hay espacios que deben convertirse en oportunidades de sentido y de acciones plenas; donde se ingresa a un nuevo sistema, “el propio”, el sistema de uno mismo, el sistema donde uno se convierte en un ‘hacedor” de acciones concretas y llenas de sentido.

Es ciertamente un desafío que nos espera a todos. Es en esta etapa donde se observa cómo he vivido, de qué manera hice lo que tenia que hacer, y sobre todo, de lo que aún está esperándome; ese proyecto que debe salir de mí hacia los de¬más, hacia los otros.

LOS ESPERAMOS  AQUI EN DAU ESCUELA DE VIDA....TELF. 2529639
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Sandra

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