viernes, 23 de septiembre de 2016

Cuentos que sanan - La pregunta más difícil

LA PREGUNTA MÁS DIFÍCIL 

Esta semana la queremos iniciar con una historia que en lo personal me ha tocado. Sin darnos cuenta ya no valoramos a las personas por lo que son sino por el papel que desempeñan. Casi siempre solemos adecuar nuestro comportamiento según quién tengamos adelante: nos importa más ese quién que la propia persona. Hay que humanizarnos más, no dejarnos arrastrar por las apariencias del mercado o de esta sociedad que cada vez está más frívola. En cada uno, en cada individuo hay una persona que merece ser respetada. Les dejo, a continuación, con esta fábula llamada "La pregunta más difícil ":


En cierta ocasión, durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, el profesor nos hizo un examen sorpresa. Leí rápidamente todas las preguntas, hasta llegar a la última: ¿Cómo se llama la mujer que limpia la escuela?.

Seguramente era una broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta, de cabello oscuro, unos 50 años, pero, ¿Cómo iba a saber su nombre? Entregué el examen sin contestar la última pregunta.

Antes de terminar la clase, alguien le preguntó al profesor si esa pregunta contaría para la calificación. “Definitivamente” dijo el profesor. En sus carreras ustedes conocerán a muchas personas. Todas son importantes. Ellas merecen su atención y cuidado, aún si ustedes sólo les sonríen y dicen: ¡Hola!

Nunca olvidaré esa lección, y supe luego que su nombre era Dorothy. Todos somos importantes.


Reflexión

¿Te has sentido identificado? ¿En tu centro de trabajo o de estudios sabes el nombre de quién hace la limpieza? ¿Lo tratas con la misma cordialidad con que tratarías a un gerente? Porque muchas veces nosotros anteponemos los beneficios que podemos recibir al tratar a alguien y, en realidad, son esos beneficios que nos importa y no ese alguien. ¿Cómo te gustaría que te traten? ¿Cómo estás tratando a las personas de tu alrededor? Piensa que tus actos deben estar guiados por la bondad no por la conveniencia. Esos actos frívolos del sistema actual te han contaminado, yo confío que en el interior del humano no hay algo simplemente vacío. Eso es lo que nos enseña la fábula de la pregunta más difícil.

www.dauperu.com 

1 comentario:

Anónimo dijo...

La risa es un remedio infalible ,dice en SELECCIONES.y es cierto ,los cuentos que sanan son los que te dejan un sabor a menta ,definitivamente los que te hacen reir.